VENDER A CONSIGNACIÓN, UNA FORMA DE QUE CONOZCAN MI PRODUCTO.

Cuando uno va iniciando en el mágico mundo de los negocios, es común hacerlo sin un estudio pormenorizado del mercado o pruebas comerciales del producto que permitan ver si será posible colocarlo en el gusto del consumidor.

Así, al iniciar las inversiones, el dinero se va en crear, producir y tener producto terminado listo para comercializarse. Luego se acude a cadenas comerciales, minoristas o mayoristas, a tocar puertas para colocar en sus estantes nuestra mercancía y que el público pueda conocerla y comprarla.

Muchos de esos lugares, al saber que el producto es nuevo y aún no tiene arraigo natural en el mercado, muy difícilmente optarán por arriesgar sus recursos en comprarlo, ya que no cuentan con la certeza de que este se venderá y recuperarán su inversión con las respectivas utilidades que persigue todo negocio. 

Es ahí donde la opción del contrato de consignación toma relevancia. Sirve como garantía cuando se deja el producto sin el contra pago en el momento, y después de cierto tiempo se regresa por las ganancias generadas, para que ambas partes se queden con una porción.

Este tipo de contrato es muy socorrido sobre todo en el sector minorista y significa el pase de acceso a dos cosas; la venta del producto, que es lo que todo comerciante busca, y su posicionamiento en el mercado; ayudando a que el bien sea conocido y socorrido por el público y con esto se pueda migrar al sistema de compra venta contra entrega.

Sin embargo es importante, sobre todo para el consignante (el que deja el producto al tercero para su venta), estar bien protegido legalmente. Esto le permitirá contar con la confianza de que el consignatario (a quien se lo dejan para que lo venda) cumplirá con los términos de venta y retornará las ganancias que correspondan al primero.

Cada consignación, dependiendo del bien que se comercialice, es particular y distinta; por ejemplo, en plazos, un bien perecedero debe venderse más rápido que uno que no lo es, por obvias razones; en características también, atendiendo a que existen bienes de imperiosa necesidad que se comercializan distinto a los que son de ocasión o temporada.

Por lo anterior, tu contrato de consignación debe ser un instrumento que genere más certeza al negocio que llevas a cabo. Y para ello es importante que busques expertos que te ayuden en la elaboración del documento.

Te tenemos buenas noticias, sabemos quién puede ayudarte con eso:

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